La gravedad de la recesión preocupa mucho, y a falta de descubrir tanto su duración como su profundidad, el panorama se presenta sombrío. La aversión al riesgo es muy elevada, Los inversores sólo buscan seguridad. Quizás la única inversión destacable y que más se está pronunciando es la “deuda empresarial”.
Bonos
La huida hacía la calidad durante el
Pero realmente, y con los precios tan inflados, empieza a no ser muy recomendable. Por eso se empieza a apuntar de nuevo a la deuda empresarial como activo sustitutivo.
Es fundamental y clave de éxito si nos decantamos por un activo de este tipo, que la compañía no tengas probabilidades de quiebra; por ello empresas tipo electricas o telecos, nos pueden ofrecer un cupón del 6% o 8% más que interesante en los tiempos que corren (igualmente recordemos que la última subaste de diciembre de letras del tesoro a un año se ofrecía un tipo de 2,19%).
Para los más arriesgados, existe el mercado high yield europeo, donde la media de las compañías está pagando una rentabilidad del 25%.
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